Presenta independencia de Justicia, creación de unidad de auditoría interna de la Contraloría, equipo legal para recuperar bienes sustraídos al Estado, y otros
Atlanta, Estados Unidos. – El presidente Luis Abinader dijo durante su intervención virtual en el 10.mo Período de Sesiones de la Convención de Lucha contra la Corrupción de las Naciones Unidas, que la República Dominicana históricamente ha padecido este flagelo que limita la provisión de servicios públicos de calidad y frena el crecimiento.
Abinader, expresó que al llegar al gobierno adoptó firmes compromisos para combatir la corrupción y fortalecer las instituciones democráticas, destacó que entre las primeras medidas fue garantizar la independencia de la Procuraduría General de la República para rescatar la confianza ciudadana en la justicia.
Asimismo, se crearon en la Contraloría General, la Unidad de Auditoría Interna para fiscalizar irregularidades y la Unidad Antifraude para investigar casos de defraudación al Estado, además, se capacita a los funcionarios públicos en transparencia y ética, y conformó un equipo legal para recuperar fondos públicos desviados ilícitamente.
Otras acciones presentadas fueron la modernizar la Ley de Contrataciones Públicas, mejorar la regulación estatal y simplificar trámites para reducir la corrupción. Además, de la promoción de las leyes para extinguir el dominio de bienes ilícitos y administrar bienes decomisados al narcotráfico.
El primer mandatario dominicano destacó que estos esfuerzos han revertido la impunidad y situaron a RD en el 5to. puesto regional en capacidad de lucha contra la corrupción según el Índice de Capacidad para Combatir la Corrupción 2023. “Si bien es un comienzo, sabemos que debemos redoblar la cooperación internacional contra este flagelo globalizado”, puntualizó Abinader.
El presidente manifestó que la corrupción no solo frena el progreso de las naciones, sino que perpetúa la desigualdad y la injustice social, en ese sentido, expresó no escatimará esfuerzos junto a los Estados Parte para crear las condiciones que permitan un desarrollo sostenible con integridad.
Finalmente, manifestó su interés de intercambiar experiencias y construir una agenda común, para devolver la fe de los pueblos en que el buen gobierno es posible con la ética pública como estandarte.